Osteocondrosis de la columna torácica: síntomas, tratamiento.

Osteocondrosis torácica

La osteocondrosis de la columna torácica se refiere a una patología degenerativa-distrófica. Los problemas con la cresta ocupan el quinto lugar en la estructura de todas las enfermedades del sistema musculoesquelético. Son más comunes en personas mayores de 45 años. El diagnóstico oportuno y el inicio del tratamiento permiten ralentizar la progresión de la enfermedad.









Mecanismo de desarrollo

La patología degenerativa-distrófica, que incluye la osteocondrosis, se caracteriza por la presencia de varios vínculos principales del proceso patológico, estos incluyen:

  • La desnutrición (trofismo) del tejido del cartílago, que se produce en un contexto de carga excesiva o exposición a otros factores provocadores, se denomina distrofia.
  • La destrucción gradual de células y sustancia intercelular del tejido cartilaginoso, que se produce como consecuencia de la desnutrición.
  • El desarrollo de una reacción inflamatoria, cuya gravedad depende del grado de daño a las estructuras del tejido del cartílago.
  • Violación del estado funcional de la articulación o la estructura de la columna vertebral (discos intervertebrales), que contiene tejido cartilaginoso.

La osteocondrosis implica la derrota de los discos intervertebrales y las articulaciones de los procesos de la cresta en varias partes. Los discos entre las vértebras se aplanan, lo que conduce a la compresión de las fibras nerviosas motoras y sensoriales de las raíces espinales. El mecanismo de desarrollo de la enfermedad siempre va acompañado de la adición de síntomas neurológicos.

Causas de la enfermedad

La osteocondrosis de la cresta torácica es una enfermedad polietiológica. Esto significa que el proceso de distrofia y degeneración del tejido del cartílago se desencadena debido a la influencia de una gran cantidad de factores provocadores:

  • Predisposición hereditaria, que determina las características nutricionales del tejido cartilaginoso con alteraciones posteriores en el contexto de cargas normales. En este caso, la osteocondrosis puede desarrollarse en personas jóvenes.
  • Malformaciones congénitas y anomalías en el desarrollo de las estructuras del sistema musculoesquelético, que provocan cambios en el flujo sanguíneo en los tejidos y un deterioro en la nutrición de los componentes cartilaginosos.
  • Lesiones pospuestas de varias partes de la cresta (fracturas, hematomas, dislocaciones y subluxaciones de las articulaciones), que conducen a un cambio en la proporción de varias estructuras con el posterior desarrollo de procesos degenerativos-distróficos en ellas.
  • Actividad física insuficiente (estilo de vida sedentario), que conduce a la congestión de los tejidos.
  • Cargas aumentadas sistemáticamente en la columna torácica (trabajo físico duro, cargas estáticas prolongadas).
  • Interrupción del metabolismo de las sales minerales en el cuerpo, lo que provoca una disminución de la fuerza de los procesos óseos, los discos intervertebrales y la consiguiente desnutrición de las estructuras cartilaginosas.
  • Deterioro del suministro de sangre a los tejidos de la columna vertebral, que se produce en el contexto de la compresión de las arterias o venas principales.
  • Malos hábitos: la nicotina y el alcohol son toxinas vasculares que causan un deterioro del flujo sanguíneo en los tejidos y una violación de su nutrición.

Descubrir las razones del desarrollo del proceso patológico es un componente esencial del proceso de diagnóstico. Esto es necesario para la designación posterior de un tratamiento efectivo, así como para la prevención del nuevo desarrollo de la osteocondrosis.

Síntomas de osteocondrosis de la columna torácica.

El desarrollo del proceso degenerativo-distrófico se acompaña de la aparición y posterior aumento de la intensidad de los siguientes síntomas de osteocondrosis:

  • Dolor en la columna vertebral a nivel del pecho: al principio, el dolor aparece después del esfuerzo, una estadía prolongada del cuerpo humano en una posición. Entonces las sensaciones de malestar se intensifican y se vuelven permanentes. A menudo, el proceso patológico se acompaña de un dolor de espalda sordo y doloroso entre los omóplatos.
  • Sensación desagradable de "apretón" en la espalda, que no le permite inhalar por completo.
  • Violación de la sensibilidad de la piel en forma de entumecimiento en varias partes del cuerpo (los cambios cubren la piel de las extremidades superiores o inferiores en un lado del cuerpo) debido a la compresión de las fibras nerviosas sensibles de las raíces de la médula espinal.
  • La debilidad muscular en un brazo o una pierna suele estar en un lado del cuerpo.
  • Violación del estado funcional del sistema digestivo, que se acompaña de eructos, ardor de estómago, dolor abdominal, flatulencia (hinchazón), heces inestables.
  • Cambios en la espalda y los brazos, que incluyen piel seca, aumento de la fragilidad de las uñas (el resultado de una violación del estado de las fibras nerviosas autónomas cuando se aprieta la raíz espinal).
  • Cambios en el estado funcional de los órganos pélvicos, que se manifiesta por alteración de la micción, estreñimiento, impotencia en los hombres, ciclo menstrual inestable en las mujeres.

Las manifestaciones aparecen gradualmente, una persona no puede indicar con precisión el momento de su desarrollo. Durante mucho tiempo, la intensidad de los síntomas aumenta, se agregan nuevos signos del proceso patológico. Por la naturaleza y duración de las sensaciones de malestar en la espalda, existen 2 tipos de dolor en la osteocondrosis de la columna torácica:

  • Dorsago: el dolor se manifiesta en forma de convulsiones que restringen el movimiento en la espalda e interfieren con la respiración completa.
  • La dorsalgia es un dolor constante que se localiza en el área de las vértebras afectadas por el proceso patológico.

La osteocondrosis de la columna torácica es la causa de un malestar constante y una disminución de la calidad de vida humana. Dependiendo del grado de cambios, se distinguen 4 etapas del desarrollo de la patología:

  • Etapa 1: cambios mínimos, aumento de la movilidad de las articulaciones entre las vértebras, sin síntomas.
  • Etapa 2: protuberancia (aplanamiento) del disco intervertebral, aparición de dolor leve, principalmente después del esfuerzo.
  • Etapa 3: la formación de un disco herniado, la infracción de la raíz de la médula espinal, aparecen dolores constantes y se desarrollan síntomas neurológicos.
  • Etapa 4: cambios pronunciados que conducen a un dolor intenso y constante, entumecimiento de la piel en varias partes del cuerpo, disminución de la fuerza muscular, principalmente en las extremidades superiores.

La determinación de la etapa del curso del proceso patológico se lleva a cabo sobre la base de las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Para aclarar la naturaleza y la gravedad de los cambios, se prescriben diagnósticos objetivos adicionales utilizando técnicas de imágenes de la columna vertebral.

Diagnósticos

Basado en el cuadro clínico, el médico llega a una conclusión inicial. Para determinar la localización y la naturaleza del cambio, así como la etapa del proceso patológico, se prescribe un examen adicional con visualización de la cresta torácica:

  • La radiografía de columna es el método más común de diagnóstico instrumental, que le permite identificar cambios importantes en las estructuras de la columna.
  • La tomografía computarizada es una técnica de rayos X de exploración de tejidos capa por capa, que tiene una alta capacidad de separación y permite visualizar cambios mínimos en la cresta torácica.
  • Imágenes por resonancia magnética: para la visualización, se utiliza el fenómeno de resonancia de los núcleos de compuestos que se produce en un campo magnético. La técnica implica escanear el cuerpo, mientras que el cuerpo humano no experimenta exposición a la radiación.

Para determinar el estado funcional de varios órganos y sistemas, se prescriben pruebas de laboratorio (análisis de sangre clínico, bioquímico, análisis de orina). Después del diagnóstico, el médico tiene la oportunidad de elegir el tratamiento óptimo.

Tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica.

El tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica siempre es complejo. Tiene como objetivo restaurar la nutrición de los componentes cartilaginosos, normalizando sus propiedades, así como el estado funcional de las vértebras y raíces de la médula espinal. Para ello, se utilizan 2 áreas principales de medidas terapéuticas:

  • Tratamiento conservador.
  • Intervención quirúrgica invasiva.

A menudo, se combinan ambas direcciones de medidas terapéuticas.

Tratamiento conservador

La base del tratamiento conservador es el uso de medicamentos de varios grupos:

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides: reducen la gravedad de la respuesta inflamatoria y el dolor.
  • Hormonas suprarrenales: reducen la inflamación y el dolor neurológico.
  • Relajantes musculares: los medicamentos reducen el tono de los músculos estriados de la columna vertebral, lo que reduce la compresión de las raíces de la médula espinal.
  • Diuréticos: significa reducir la hinchazón de los tejidos y la compresión de las raíces de la médula espinal debido al aumento de la excreción de orina.
  • Condroprotectores: reducen la gravedad de los procesos degenerativos, la destrucción del tejido del cartílago, contribuyen a su recuperación parcial.
  • Vitaminas B: mejoran el curso de los procesos metabólicos en el tejido nervioso, contribuyen a la restauración temprana del estado funcional de las raíces de la médula espinal.
  • Vitamina C (ácido ascórbico): fortalece los vasos sanguíneos, tiene un efecto antioxidante (se une e inactiva los radicales libres, que son "fragmentos" de moléculas orgánicas con un electrón desapareado y dañan las estructuras de la membrana de las células).

Durante el período de remisión (mejora de la condición y reducción de fenómenos inflamatorios agudos), se prescribe terapia de ejercicio (ejercicios de fisioterapia con ejercicios especiales), masaje de espalda, procedimientos de fisioterapia (magnetoterapia, baños de barro, electroforesis). Durante la implementación de las medidas terapéuticas, es importante cumplir con las recomendaciones dietéticas (rechazo de alimentos grasos fritos, alcohol) y generales (sueño adecuado, trabajo racional y descanso). La terapia conservadora permite lograr una mejora significativa en la condición.

Intervenciones quirúrgicas

En ausencia del resultado terapéutico necesario en el contexto del uso de medicamentos, en caso de progresión del proceso patológico para eliminar radicalmente los problemas, se prescribe una intervención quirúrgica invasiva. Incluye varias técnicas:

  • Microdiscectomía: extracción de una hernia de disco con posterior plastia del orificio herniario.
  • Foraminectomía: extirpación de excrecencias óseas que estrechan el canal en el área de la salida de las raíces de la médula espinal.
  • La laminectomía es un agrandamiento del canal del área de salida de las raíces espinales.

En los hospitales modernos, la cirugía se realiza mediante técnicas endoscópicas mínimamente invasivas. Para la apertura plástica del orificio de la hernia, generalmente se usan mallas especiales hechas de material duradero que no causa reacciones inflamatorias.

Prevención

Para prevenir el desarrollo de un proceso patológico, debe seguir varias recomendaciones preventivas simples, que incluyen:

  • Ocho horas de sueño adecuadas.
  • Limitar el impacto de los factores de estrés (el estrés crónico puede provocar el desarrollo de procesos patológicos).
  • Normalización del régimen de trabajo y descanso.
  • Restricción del trabajo físico duro.
  • Rechazo de los malos hábitos.
  • Nutrición racional con un aporte suficiente de vitaminas y fibra vegetal.
  • Régimen motor suficiente con ejercicios dinámicos (carga), caminar al aire libre.

La osteocondrosis de la columna torácica se caracteriza por un curso progresivo crónico. La enfermedad requiere una terapia a largo plazo, por lo que es más fácil y accesible prevenir su desarrollo.